Diario El Mundo

Tres a raya

 Antonio Burgos

El Mundo,   domingo 7 de junio de 1998


Alberti en su trono de mimbre, por Angel y Guillermo 

Ilustración de Angel y Guillermo, La Bencina

Javier Arenas, mal vendedor de burras

No me explico que no lo sepan explicar. Insisto en que hay que mandar a este gobierno en pleno, con Aznar a la cabeza, a hacer urgentemente un cursillo de técnicas de ventas en El Corte Inglés. La rechifla general con el "España va bien" es como si Isidoro Alvarez anunciara, como cada año, que ya es primavera en El Corte Inglés, y la gente le dijera: "Sí, hombre, Isidoro, primavera, con el frío que hace, anda ya con el rollo, tío..." Contó muy bien contado Miguel Angel Rodríguez el cuento de la burra cuando fue entrevistado por Pedro Ruiz y me dejó más preocupado todavía. Ya saben, aquella historia de que iban un abuelo y un nieto en una burra, y por la lengua de la gente acabaron los dos a pie, lo que tampoco les valió, pues pasó uno y les dijo que eran gilipollas, ir andando teniendo una burra... El portavoz del Gobierno, más que contar la fábula de la burra, lo que tiene que hacer es venderla. Y en técnicas de venta de la burra, en las que los anteriores sacaban matrícula, están suspendidos para septiembre.

Estamos hartos de oír que hay que ver el fraude que hay en el desempleo, el salidero de dinero público que es eso. Y va Javier Arenas, y retira la prestación a 260.000 falsos parados con dinerito en el banco y finquitas y otros trabajitos, ahorra para el Estado 427.116 millones de pesetas, y nadie se entera. ¿ Se imaginan que este recorte lo hubiera dado el PSOE? De momento esos 260.000 defraudadores hubieran sido presentados como unos insolidarios, en plan Lola Flores. ¿Usted se ha enterado de este recorte? Pues dé las gracias a Dios, porque dentro de nada, el aparato de propaganda del aparato estará diciendo que hay que ver estos tíos, que van a acabar con el Estado del Bienestar, que cuidado que quitar la pensión a 260.000 parados, no hay derecho. Así se explican las encuestas del CIS. De momento, 260.000 españoles corruptos más que tienen una clara intención de voto por el PSOE, para que siga su particular estado del bienestar.

Alberti, en el trono de Federico

Si será gran poeta Federico García Lorca, que durante sesenta años ha resistido a los poetastros que lo imitaban y a los rapsodas mariquitas que lo declamaban con un traje de flamenco completamente blanco y con un clavel grana sangrando en la boca. Y ahora, además, ha resistido felizmente a sus homenajeadores, a los profesionales del lorquismo, a los que se han hecho ricos con Federico, como dicen los versos de las carocas del Corpus granadino. Hasta al desafío de recitados en plan Juanito Valderrama y Dolores Abril que se han echado Borrell y Aznar. Según mis noticias, El Fary ha grabado un disco con canciones de Federico y Manolo Escobar va a montar su gira de este verano exclusivamente con textos lorquianos, ¿no lo está usted oyendo con su ceceo almeriense decir lo de mozuela cuando se le lleve al río del oportunismo desbordado en la presa de Fuentevaqueros?

Por eso me encanta que el Rey haya navegado contra esa corriente del río lorquiano, de donde tantos están sacando limones hasta ponerse de oro. Como se trataba de la Generación del 27, el Rey cogió y se fue al Puerto de Santa María, a ver a Rafael Alberti, poeta máximo vivo en lengua castellana, Buda solemne en ese trono de mimbre que es como el sillón de Enmanuelle, pero para rodar la película políticamente porno de las Coplas de Juan Panadero. A Alberti le pasa como dice Borrell de Lorca: "Es un patrimonio de todos, pero de unos más que de otros". Sobre todo, de los que tienen a tan gran poeta casi como atracción turística local. Al Puerto se va a por atún encebollado y a ver al duque de la poesía española contemporánea. Me entristece que se bese al santo de Federico por la peana de Rafael. Viéndolo como el Apóstol en Santiago, y la gente llegando a dar el tradicional abrazo a la España republicana, evoco los dibujos del fotomatón de Forges: "Hágase una foto con Rafael Alberti por el módico precio de un billete de Ave y Talgo hasta El Puerto de Santa María..."

Bronca a Agatha por mor de La Pantoja

Mira, Agatha, pongo tu nombre a secas no porque quiera pelotear a mi señorito por vía consorte, sino porque te ocurre como a Federico. Con tu solo nombre decimos Ruiz de la Prada, demanda a las bisuterías que han usurpado tu gracia. Descuida, que no es peloteo. Esto va de bronca. Hombre, sí, tengo que echarte una bronca gorda, porque yo te tenía por norte y guía de lo socialmente correcto, de lo artísticamente conveniente en materia de costumbres, usos, atuendos y atavíos. Y he visto una disposición oficial en esa Gaceta de Madrid que es el ¡Hola!, por la que veo que estás completamente fuera de la ley imperante, cuando yo me creía que tú eras quien la dictaba. ¿Has visto, Agatha, las fotos de la casa de Isabel Pantoja en el Rocío? Pues si no las has visto, no te las pierdas. Te las explico. Hay un testero entero del salón todo lleno de fotos de Paquirrín. Y entre las fotos, con azulejos andaluces de ésos que se usan para rotular el nombre de las calles en sus esquinas, ha puesto Isabel un letrero que dice: "Mi Francisco". Notable lección de lengua castellana, marchando una de Academia para esta señora; Jaime Campmany, lo tuyo puede esperar. Ya sabes, Agatha: se escribe Mi Francisco y se pronuncia Paquirrín. Pero espera, Agatha, no salgas a comprar los azulejos, que hay más. En otro testero de salón, surtido de fotos de la pobrecita niña, y azulejazo: "Mi Niña Isabel".

Sé que no te dedicas al abuso de menores, como suele esta señora en sus exclusivas de las revistas, pero me has defraudado. He estado en tu casa, Agatha, y no he visto con las fotos de tus niños azulejo alguno que ponga "Mi Tristán" y "Mi Niña Cósima". Así que ya lo sabes, a ponerlos se ha dicho, tú que eres espejo de innovaciones. Y si no encuentras los azulejos, dímelo, que te los mando con el cosario desde Sevilla. Ya sabes, a las fotos del niño, "Mi Tristán", y a las de la niña, "Mi Niña Cósima". Que no vaya yo a tu casa la próxima vez y no te vea conforme a los Principios del Pantojamiento Nacional...

 


El Mundo, edición íntegra en Internet

 

   


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