¿Es Chonchi o es Conchi?

A las actuales titulaciones de las Universidades no les ven ya ni la matrícula los que se creen que todo sigue siendo Derecho y Medicina. Hay diplomaturas en reciclado de residuos sólidos urbanos, licenciaturas en segmentos de ocio de los estamentos lúdicos poblacionales, doctorados en aprovechamiento integral de recursos hídricos e incluso cosas más complicadas todavía. Como ven, mejoramos muchísimos en los caminos para llegar a la cola del paro con un título universitario bajo el brazo. En esta España donde hay más arquitectos que albañiles, más médicos que enfermos, más ingenieros aeronáuticos que aviones y más licenciados en Informática que ordenadores, hay el paro universitario que existe porque a pesar de los esfuerzos en la diversificación de titulaciones no acaban de dar con la tecla de las necesidades sociales. La Universidad produce unos titulados y la sociedad requiere otros. Por ejemplo, no veo que ninguna Universidad, ni pública ni privada, incluya entre sus planes de estudio la titilación que mayor demanda socia tiene: el tombolero. Hasta el punto de que a los poquitos tomboleros que hay se los rifan, y así están, ricos podridos. Más que un registrador de la Propiedad antiguo o que un notario en ayuntamiento con playa de moda. ¿Qué es el tombolero? Pues la más rentable de las ocupaciones. Tombolero (o tombolera) es el que sin oficio ni beneficio, sin título superior ni medio, vamos, ni con el graduado escolar, por el mero hecho de haber sido novio de Chonchi, de aspirar a ser marido de Conchi o de haberse divorciado de Monchi va de televisión en televisión contando en todas su hueca historia, a cinco millones el pelotazo. Hijas de su madre, padres de sus hijas, ponedoras de cuernos, sufridores de los mismos, pendones desorejados, pelanduscas de lujo, lagartas en rústica, novias de curas, peluqueras llegadas a más, todo vale para el ejercicio de la tombolería, cuya práctica debe regularse. ¿No hay una directiva europea para las cañerías del baño y se exige un título de FP para cambiar la bombona de butano¿ ¿Por qué, entonces, dejan conducir sin carné de chuflas a todos tomboleros? Urge, pues, que las Universidades establezcan los estudios de esta profesión de tan gran porvenir y tan cuantiosos ingresos. Pido la igualdad de oportunidades y el fin del monopolio de las Chonchis y las Conchis. La licenciatura en Ciencias de la Tombolería puede acabar con el paro en España.