Diario El Mundo Pinche para conectar con la mejor guia cultural y de servicios de Sevilla

El Recuadro

 Antonio Burgos

El Mundo de Andalucía, viernes 2 de octubre de 1998


Autonomía y narrativa andaluza

"Carmen", por Salvador Távora

Salvador Távora reivindica la narrativa como origen de la autonomía andaluza (en la imagen, su última obra, "Carmen")

Salvador Távora me ha insistido muchas veces en su idea, con el apasionamiento que pone en todo cuanto piensa y defiende:

-- Tendríais que hacer más hincapié en aquel movimiento cultural de los años 70 que hizo que Andalucía tomara conciencia de su autonomía. Sin los libros de Grosso y de Barrios, sin el cante, sin lo que se llamó "la narrativa", todo hubiera sido de otra forma...

O sin las propias obras de Távora, que él no incluye por modestia en esa nómina para el olvido. Távora hasta le puso nombre al proceso de formación del sentimiento y la reivindicación de Andalucía, con el título de la obra que hizo en colaboración con Alfonso Jiménez Romero: Quejío. Ese quejío andaluz sonó, antes de la autonomía, antes de la democracia, en las coplas que Moreno Galván escribía para José Menese, en los recitales de Manolo Gerena por los colegios mayores de media España. El quejío del cine de Claudio Guerin, de los cuadros de Paco Cortijo, de la radio de Iñaki Gabilondo dirigiendo la emisora decana de Sevilla, del libro de Alfonso Carlos Comín, porque en aquella común procesión de las señas de identidad andaluza se sumaron disciplinantes de otras tierras, hermanos de luz del pueblo que aún no sabía ni que tenía un himno y una bandera. Ahora, con perspectiva, se ve que fue un proceso colectivo en que Andalucía se tentó la ropa de las entretelas de su cultura y de su historia y se encontró a sí misma mientras se miraba en el espejo de Narciso que ya tenían alzado Cataluña y el País Vasco, sobre todo Cataluña, que era el modelo, con el Congreso de Cultura Catalana, con Omnium Cultural, con nova canÇó, con la revista Destino, con las terminales barcelonesas del semanario Triunfo.

Así fue que llegó la llamada y hoy negada nueva narrativa andaluza, NNA. Para mí que la NNA fue el RH más positivo en el laboratorio donde se buscaban las señas de identidad andaluza mientras se hacía camino al andar hacia las libertades democráticas. La veleta literaria señaló al sur, como hacía muchos años que venían pidiendo los poetas de Granada, Rafael Guillén, Elena Martín Vivaldi, Pepe Ladrón de Guevara. Surgió Grosso, hermano mayor y Nobel in pectore para todos los que en Andalucía escribíamos, y Manuel Barrios, y Manuel Ferrand ganó el Planeta, y José María Requena ganó el Nadal, y Luis Berenguer ganó el premio de la Crítica. Todo aquel movimiento fue aglutinado por José Luis Ortiz de Lanzagorta, el máximo defensor de los que en aquellos años Carlos Muñiz el cura llamó acertadamente los narraluces. La gran calle de Alcalá de la novela relucía porque subían y bajaban los narraluces a recoger premios, mientras Lanzagorta conversaba con ellos en un libro, ay, ya tan olvidado como aquel movimiento literario que tuvo su padre y patrón en Manuel Halcón.

Carlos Muñiz me llama para decirme que Lanzagorta ha muerto, Evocamos las que Joaquín Romero Murube llamaba las levas de los reemplazos de la muerte en Sevilla. Este verano se han ido José María Requena Javier Smith. Antes ya se fueron Ramón Solís, Luis Berenguer. Se fue Alfonso Jiménez, aquel rubio moronense del Quejío, y se fue con sus pinceles Paco Cortijo. Se fue Comín. Se fue Claudio Guerin. Se fue Paco Cortijo. Ahora niegan la existencia de aquel movimiento cultural y preguntan si hubo una vez once mil novelistas en Andalucía. Se van los autores andaluces en la cofradía del silencio de España. Muere un escritor catalán, y a cuatro columnas en todos los periódicos de Madrid. Muere un escritor andaluz, y ni dos líneas... ni en Sevilla. A pesar de que gracias a aquellos libros, a aquellos poemas, a aquellos cantes, a aquellos cuadros, a aquellas películas existe esta autonomía que un día fue una ilusión. Carlos Muñiz se nos va quedando de capellán real de la cultura andaluza, enterrando a los que se nos van. Tengo que decirle que una tarde de éstas, cuando todo esté tan lluvioso y triste como la vida, rece un responso por la perdida, muerta ilusión de la cultura andaluza.

 


Pinche para conectar con El Mundo, edición íntegra en Internet

 ¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"

 
Búsqueda de noticias de hoy o atrasadas
Para buscar las noticias que le interesen en el archivo de El Mundo
 

 

 


Volver al comienzo de esta página

Regresar a la pagina principal


 

Enviar correoCorreo

banderandalucia.gif (1172 bytes)