Arenas con Pimentel

¿Era Herodoto? Bueno, el que fuera, que cuando citas de memoria siempre hay un tío mijita que te pega con una carta al director en toda la boca. Cito al que dijo aquello que la paz es el tiempo en que los hijos entierran a los padres y la guerra es el tiempo en que los padres entierran a los hijos. Más madera, José Mari, que esto de los ministros nuevos es la guerra. El felipismo era cuando hablábamos de los hijos de los ministros, que se iban de discoteca y se echaban una novia modelo mulatoncita. El aznarismo es cuando hablamos de los padres de los ministros. Como los nombran con la edad en la boca... Hacen ministro a Pimentel y me llama mi padre:

-- ¡Qué contento tiene que estar Paco Pimentel...!

-- No se llama Paco, papá, se llama Manolo...

-- No, yo me refiero al padre, a Paco Pimentel, al que fue interventor del Ayuntamiento de Sevilla, un caballero...

Me he acordado de Fernando Villalón. En "Andalucía la Baja", Villalón tiene un poema de su desconocida vena de la lírica del pitorreo, dedicado al padre del novillero que debutó el domingo. Anda que no se daba pisto ni nada por Sevilla el padre del que debutó el domingo... Ahora nadie se pitorrea del padre del que debutó el viernes en el Consejo de Ministros. Son los padres de los debutantes los que se pitorrean de la púrpura del poder, como el padre de Pimentel, que ha mandado a los albañiles a Villalón y su pitorreo: "Un político es un señor al que le preguntan por los rabitos de boina y se tira hablando dos horas y media..."

Pimentel hijo lleva, empero, perfectamente bien su discurso de los rabitos de las boinas de los currelantes, y apenas se tira hablando dos minutos: un 3,7 menos de desempleo y dos millones de contratos indefinidos. ¡ Toma rabitos de boina y rabitos de pasas para recordar que con el socialismo el Ministerio de Trabajo era el Ministerio del Paro...!

Nos vamos a divertir, porque Aznar los está nombrando a todos de la Quinta del Juli. Ahí están las encuestas: todo el papel vendido. Dentro de unos días, saldrá el Defensor del Menor, ese Urra de la espuma seca de las chorradas, diciendo que lo que está haciendo Aznar con estos chavales con la edad en la boca es corrupción de menores: cuidado que meter a unos muchachos en esos peligros... Compleja España. Los que eran la modernidad y el progreso ponían a unos progres viejorros pasados de discos de Paco Ibáñez. Los que eran la caverna y el inmovilismo han logrado transmitir la imagen de que a los que tienen más de cuarenta años les dan un partido-homenaje. Yo antes escribía unos artículos preciosos sobe los hijos de los ministros, aquellas ficciones de las redacciones escolares que hacían sobre las alfombras de la Moncloa. Esto va tan rápido que aquí me tienen, inventando el género Juli del artículo sobre los padres de los ministros. Como que hasta el viejorro Alvarez Cascos, para no desentonar, va ya de Antonio David con su Froilancito...

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