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| El puerto de Algeciras, con el Peñón de
Gibraltar al fondo |
En el conflicto de los pescadores de
Gibraltar, tratados como si fueran una comparsa de Martínez Ares ("Los
Piratas"), lo que más me ha gustado ha sido la sensibilidad, el bote pronto, el
coraje de Manuel Chaves para defender a los nuestros. No bien habían apresado al
"Piraña" las patrulleras del paraíso fiscal de Peter Caruana, cuando Manuel
Chaves tocó en San Telmo todos los timbres que vos apretás, convocó urgentemente a
cinco consejeros, cuatro asesores, tres secretarios, dos jefes de prensa y una jefa de
protocolo y les dijo:
--- Venga, a los coches, que nos vamos a La
Línea a hacer bingo...
Hay dudas sobre si iban a 160 o a 180 por
la autopista de Cádiz cuando los vieron rebasar el peaje del Cerro del Fantasma. Pero
echando leches sí que iban. Como luego siguieron jugándose el tipo por la Ruta del Toro,
hacia Los Alburejos, hacia La Montera del Torero, cuando por ella cortaban para salir a
Los Barrios y desde allí plantarse a pie de problema en La Línea y Algeciras.
No era para descrita la indignación de
Chaves en su primera conversación con los pescadores campogibraltareños en el mismo
muelle de Algeciras:
-- Soy vuestro presidente y estoy con
vosotros. Andalucía no puede permitir este atropello a sus gentes. Si Gibraltar vive del
matute del contrabando de los cuarterones de droga, nosotros no podemos depender de lo que
Matutes nos quiera meter de matute. Paulino, dame la motorola...
Y tras haberle entregado Paulino Plata la
motorola, dijo Chaves a su consejero de Agricultura y Pesca:
-- Marca el número de Caruana, que ese
tío se va a enterar...
Tras echarle de entrada la mayor bronca que
nunca contempló el Peñón, adivinaron los presentes un tono conciliador en lo que le
estuviera diciendo el ministro principal (derecha) de Gibraltar, porque le oyeron:
-- ¿Tú no ves, Peter? Eso es ponerse en
razones... Así que, ¿voy yo o vienes tú? Sí, vale, vienes tú... Por mí, ahora
mismo... Vale, en el Hotel Reina Cristina nos vemos, así nos ponen allí otra lápida,
como si fuéramos la Conferencia de Algeciras... Si Madrid y Londres no se entienden, tú
y yo sí que nos podemos entender, Peter, que para eso hablamos el mismo idioma... Hombre,
¿qué idioma va a ser?, el andaluz...
Y otra vez que fue la caravana presidencial
echando leches hacia los salones del hotel algecireño, donde al punto llegaba el Primer
Ministro On The Rock, el mío que sea con dos deditos de agua, dijo Chaves al pedir el
güisqui que se tomaron, mientras comenzaron a charlar, y a arreglar cosas, de modo que en
menos que el Padre Leonardo organiza un festival taurino estaba arreglado el conflicto
pesquero, y los barcos se hacían inmediatamente a la mar, maera, y a la Virgen, cirios.
(Moraleja.- Es altamente
conveniente que los pescadores andaluces pasen a faenar en los caladeros del Mar del
Plata, del Caribe, de la costa peruana del Pacífico. Dado que el presidente Chaves se va
a Sudamérica por la micción de un gato con su corte de asesores y cogecosas, en caso de
que nuestros pesqueros hubieran sido apresados, un poner, por patrulleras uruguayas,
Chaves hubiera estado allí al momento. En cambio, claro, como Algeciras está ahí al
lado, pues estos viajes no existen más que en los recuadros de ficción. Donde cualquier
parecido con la realidad no es mera coincidencia, sino una jartá de mala leche.)
 Cartas al director
de El Mundo de Andalucía : [email protected]
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