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Curro Romero celebra hoy los 40 años de su
alternativa toreando en Valencia, donde la tomó |
Hemos pasado del Mercado Común a la Unión Europea, del dólar al
euro, de la catástrofe de Ribadelago al Mitcht en Centroamérica, del Concilio Vaticano a
la teología de la liberación, de Don Juan en Estoril a Don Juan Carlos en La Zarzuela.
Hemos pasado del Fuero de los Españoles a
la Constitución, del Sindicato Vertical a CC.OO. y UGT, de los tranvías al AVE, de Fidel
Castro en Sierra Maestra a Juan Pablo II en La Habana , del Valle de los Caídos al
Guggenheim, de la guerra de Ifni a la "kale borroka", de los pantanos a la
sequía, de Bahamontes a Carlos Moyá, de Luis del Sol a Alfonso, del Plan de
Estabilización a la política de convergencia, de los convenios colectivos a las 35
horas, de la emigración a Alemania a los africanos de las pateras del Estrecho.
Hemos pasado de la mecedora de Kennedy a la
becaria de Clinton, de la China de Mao al Pekín de MacDonnald, de la Unión Soviética a
Rusia, de las purgaciones al sida, de la Falange al felipismo, de las plazas y provincias
africanas a los eurodiputados, del Tratado con los Estados Unidos a Maastricht, del
"Azor" al "Fortuna", de la televisión en blanco y negro a Vía
Digital, de las conferencias con demora a la tarjeta Movistar Activa, de Aceves Mejías a
María la del Barrio, del Pequeño Ruiseñor a Rociíto, del 600 al BMW.
Hemos pasado de Educación y Descanso al
Imserso, de Auxilio Social a las ONG, del hambre a la anorexia, de José Luis Pecker a
Iñaki Gabilondo, del Dúo Dinámico a Los del Río, de los pisos de los Sindicatos a la
casita adosada, del corral de vecinos a la parcela, de la Feria en el Prado a la Expo en
La Cartuja, del Madrid del Conde de Mayalde al Madrid de Alvarez del Manzano, de la
Barcelona de Porcioles a la Barcelona de Pujol, de los tebeos a las consolas de
videojuegos, del hornillo de petróleo al microondas, de la carbonería de la esquina a
los paneles de energía solar, del último cuplé a Siempre Así, de Concha Piquer a
Rocío Jurado, de Juanita Reina a Isabel Pantoja, de Di Stéfano al Piojo López, del
Bisontes al Fortuna Light, del Día del Domund al Día de la Mujer Trabajadora, de los
ejercicios espirituales al gimnasio a las ocho de la mañana, de Cela a Pérez Reverte, de
Alfonso Paso a Els Joglars, de Doña Carmen a Ana Botella, de El Pardo a La Moncloa, del
carro de la nieve al congelador, del disco de pizarra al compasdís, de las pesetas rubias
a las tarjetas de crédito, de la sonrisa de Pepe Solís a la sonrisa de Javier Arenas.
Hemos pasado de la tienda de ultramarinos
al hiper, del Festival de Benidorm a Los Cuarenta Principales, de Eurovisión a la CNN por
satélite, de la cuadrilla de Rafael Franco a los hermanos costaleros, de José Luis y su
guitarra a Paco de Lucía, de Caracol a Niña Pastori, de Pastora Imperio a Sara Baras, de
Pepe Isbert a Santiago Segura, de José Luis Sáenz de Heredia a Alex de la Iglesia, de De
Gaulle a Edmund Kolh, de Dalí a Miguel Barceló, de los cines de verano a los multicines,
de la freiduría a la pizzería, del crimen de Jarabo a la boticaria de Olot, del Día de
los Caídos al Día de Andalucía, del SEU a la movida, del Impuesto de Utilidades al
IRFP, de la dictadura a la democracia.
Al cabo de cuarenta años, el único
que aquí sigue siendo el mismo se llama Curro Romero.
Curro Romero, 40 años de
alternativa, en Internet

Cuatro décadas del Faraón
de Camas
"Plata y Oro": una breve enciclopedia del currismo
Medio siglo más que El Juli
"40 años faraónicos": el Guinnes de Romero
Curro
Romero: la "web" del Faraón
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