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Las carretas, casi una pieza arqueológica en el
Rocío |
¿Cuántas carriolas van ahora mismo
camino del Rocío? Los Curritos que le dan al botoncito para contar el millón de personas
que se congregan en el Rocío cada año, ni uno más ni uno menos, deberían
también numerar la cantidad de Leopoldos que le echan el toldo a la carriola. El
toldo o incluso el techo de teja árabe traído del derribo de un cortijo por la parte de
Cortelazor.
Van las carriolas camino del Rocío, y
nadie se acuerda de ellas. Cuando las carretas de mi prima, las que tienen los lazos
granas, van siendo casi una pieza arqueológica, un hallazgo de museo, un Bien de Interés
Cultural, eso de que a los monumentos ahora les llaman como a los bolígrafos, BIC. Las
carretas de bueyes, con esos frontiles como mitras episcopales que tanto sorprendían a
Juan Ramón Jiménez cuando las veía salir de Moguer a lomos de Platero, son la
excepción. Llegará el día en que las carretas de bueyes sean subvencionadas por la
Junta de Andalucía, como tales monumentos que son. Pero la carreta ahora se llama
carriola. Y con la cantidad de carriolas que están ahora mismito en los caminos
andaluces, no he encontrado ni una mala letra de sevillanas que hable de ellas, así que
me tomo el desquite:
- Ni lazos granas ni ná,
- mi prima se llama Lola
- y tiene en su carriola
- hasta la energía solar...
Me maravillan las carriolas. Para que
larguen de que los andaluces no estamos preparados para la tecnología. Ni la mejor casa
de automóviles de Detroit, ni Alemania con todo su golpe de Mercedes Benz, ni los
ingleses con el Rolls Royce, han llegado a la tecnología punta de la carriola. El andaluz
ha inventado la casa adosada rodante, que es la carriola.
-- No lo sabe usted bien, nuestra
organización lleva una carriola hasta con cuarto de baño...
-- ¿Cuántos cuartos de baño?
-- Uno solamente, tenga usted en cuenta...
Eso es una porquería de carriola, mi
querido amigo. Las he visto hasta con cuarto de baño principal y cuarto de baño de
invitados. Y todos ellos con polibán, naturalmente, eso que sale el chorrito para arriba
y te quita el polvo del camino de aquella parte que dijimos... Y todas con terraza. Lo
mejor de la carriola es la terraza. Como un piso rodante e itinerante que es, las
carriolas tiene todas terraza. Y, como los pisos de verdad, la terraza de la carriola, con
su barandilla, con sus macetas de plástico, no sirve absolutamente para nada, solamente
para sumar metros cuadrados de propiedad. Ahora, que no sé si me gustan más las
terracitas de las carriolas o sus literas. ¿Han visto el campeonato de literas que se
establece cuando dos rocieros empiezan a hablar de su carriola?
--- Pues nosotros llevamos este año una
carriola con doce literas.
-- Ah, eso no es nada, la nuestra lleva
dieciocho literas, y con un suplemento que le ponemos arriba, con su techo y todo, pueden
dormir hasta veintidós...
Parece que llevan no a la familia y a unos
amigos, sino al Regimiento de Soria con escuadra, banda, bandera y música, hijos, ¿para
qué queréis tantas literas, si luego en el camino no hay quien pegue ojo, porque a las
tantas siempre llegan los graciosos de la carriola de al lado despertando a la gente con
la guasa de pedir chocolate calentito?
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