Diario El Mundo Pinche para conectar con la mejor guia cultural y de servicios de Sevilla

El Recuadro

 Antonio Burgos

El Mundo, martes 20 de octubre de 1998


Aznar y la capa de Pinochet

Protestas contra Pinochet en Londres

Protestas contra Pinochet en Londres

Tomo la voz a Gerardo Diego, se lo pido prestado a Umbral, para invitarles a que vengan y vean las azucenas en camisa. Aznar, de gerardesca azucena, apareció descamisado en la campaña vasca. Como antes los del partido de los descamisados. Para ver a Aznar en mangas de camisa tiene que estar haciendo el Tarzán por ahí, como dice el otro, Pero Aznar no estaba en mangas de camisa como uniforme de campaña. No estaba dando el mitin. Aznar no da el mitin. Los que dan el mitin, en el sentido taurino de la palabra, son Rodríguez Ibarra, Arzallus. No se lo digan a nadie, pero Aznar estaba en verdad en el Cortinglés de Bilbao. Aparecía en mangas de camisa porque acababa de salir de los probadores. Tienen en oferta unos modelos de Constitución magníficos. Aznar acababa de probase el modelo de Constitución 1978, y por eso estaba en mangas de camisa. "¿Cómo le queda?", le preguntó el dependiente. "Muy bien, me siento muy cómodo", respondió. "Así me gusta --dijo el dependiente--, menos mal que usted no es como un tío pesado que viene por aquí, don Xabier, que no vea usted las broncas que nos pega porque dice que le queda chica, que tenemos que pedirle otra al almacén..."

Aznar no dio el mitin en el País Vasco con las elecciones. Donde pegó el mitin fue en Oporto, con Pinochet. El mitin y el petardo. Preguntado por Pinochet, me hubiera gustado ver a un Aznar descamisado, tonante, al que se le hubiera calentado la boca como a cualquiera que le recuerden las manos rotas de Víctor Jara, el estadio de Santiago, la última canción desesperada de Pablo Neruda, la foto de Allende con el casco en la Casa de la Moneda, vieja moneda que ojalá nunca se vuelva a repetir. Es triste que a Aznar le preguntaran qué hay de lo de Pinochet y se pusiera la chaqueta. La chaqueta de la peor derecha de toda la vida a la que pareció divino, chica, que Pinochet hiciera lo que hizo. Es una lástima que la justicia, la libertad, la defensa de los derechos humanos, aparezcan todavía como patrimonio exclusivo de la izquierda. Cuando le preguntaron por Pinochet, Aznar no solamente podía haber centrado al PP, como quiere. Podía haber centrado y tirado a puerta. Los goles cantados de los derechos humanos los siguen dejando a la izquierda. Lo que ahora parece como un gol de Garzón a Aznar podía haber sido el Pichichi de Aznar a favor de las libertades. Aznar se puso en Oporto la chaqueta de la derecha. Es una pena que a veces parezca que está hecha con retales de las capas de los dictadores.

 


Pinche para conectar con El Mundo, edición íntegra en Internet

 ¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"

   

 

 


Volver al comienzo de esta página

Regresar a la pagina principal


 

Enviar correoCorreo

banderandalucia.gif (1172 bytes)